La palabra Mandala en sánscrito, significa círculo o rueda.
Al igual que el Universo que está organizado de forma circular, alrededor de un centro, los Mandalas, al observarlos, pintarlos o meditar con ellos, nos hacen entrar en un camino de sabiduría, que nos lleva de regreso a quienes somos realmente y también nos ayuda a conectarnos con el Universo del cual formamos parte. Nos transmiten estabilidad y equilibrio. De esta manera, podemos recuperar nuestra armonía innata y creatividad.
El Mandala , La Espiral o el Laberinto, pueden ser una guía para ubicarnos en nuestro centro más profundo y así integrar los diferentes aspectos de nuestra vida.
A medida que profundizamos nuestro conocimiento en estos diseños circulares, el potencial guardado en nuestro interior comienza a manifestarse cada vez con mayor intensidad.
Podemos recrear Mandalas, Espirales o Laberintos a nuestro alrededor. En diseños decorativos en la casa, en el jardín o en la huerta. En pequeños o grandes espacios. Todos nos transmiten su energía y conocimiento.
He aquí algunos ejemplos de nuestra propia biblioteca fotográfica de las travesías GY:
Huerta Mandala en “El abrazo del Angel”, Argentina
Mandala Laberinto en Mirna Jad, de Triguerinho, Brasil
Museo de Las Piedras, en El Picacho, Venezuela:
Espirales y Laberintos en Monte Shasta, California, EEUU.
Comunidad de Damanhur en Torino, Italia
Ecoaldea en Belho Horizonte, Brasil
Huerta mandala en Ecovilla de Costa Rica
Que bello y representativo.